Algunos reproductores de vídeo no tienen un buen nivel de compatibilidad, con todo lo que ello conlleva. En caso de que algún fichero no sea reconocido puedes optar por convertirlo a uno de los formatos más tradicionales: AVI, DVD, MPG, WMV y VCD.
My Video Converter te permite llevar a cabo dicha tarea, con la principal ventaja frente a otras aplicaciones similares de admitir multitud de formatos a la hora de añadir el vídeo que deseas convertir, tales como FLV, 3GP, RMVB y ASF.
Además, varios parámetros de configuración pueden ser personalizados con tan solo un simple clic: bitrate, resolución, códec y un largo etcétera.
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